obsérvese la entrega absoluta de la humana en el abrazo,
obsérvese asimismo como el cánido tiene la mirada ausente, perdida
huyendo de ese abrazo
de reconciliación tal vez,
de despedida acaso
abrazo con el que tal vez no está de acuerdo
en la intensidad
o en el momento,
o el lugar
¿será un perro tímido?
¿o habrá olido un bocata un poco más allá?
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