la presentación de sus platos era una maravilla, un poema visual en cada ocasión
el aroma que desprendían sus creaciones producían incluso deseo sexual
las texturas eran innovadoras, sutiles, leves....una caricia al paladar
su cocina crepitaba con delicadeza, invitando al oyente a acercarse
pero su comida sabía a rayos
No hay comentarios:
Publicar un comentario