10 agosto 2006

desde los tejados






desde los tejados
busco su ventana,
de madrugada
invento vidas ajenas
y grito, al viento que no me escucha
secretos falsos
promesas imposibles de cumplir
y una mentira piadosa
acordándome de cosas
que olvidé recordar,
y que ahora recuerdo
de nuevo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El peligro de la madrugada, cuando se agudizan los recuerdos y estos a su vez se engrandecen,
en esa lucha constante entre el alma y la mente, la última suele traicionar en el instante que el alma flaquea, en su máxima amplitud, en la madrugada y nos engaña y la creemos.

¿ ?

Anónimo dijo...

El peligro de la madrugada, cuando se agudizan los recuerdos y estos a su vez se engrandecen,
en esa lucha constante entre el alma y la mente, la última suele traicionar en el instante que el alma flaquea, en su máxima amplitud, en la madrugada y nos engaña y la creemos.

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